lunes, 28 de junio de 2010

capitulo 48




Luís sale de casa de Vido con una sola idea.
--¡¡voy a encontrar a Silvia¡
--¿¿y como le harás? Ella no quiere que la encuentren... Creo que salió del país y ni papá sabe donde está y le duele porque eran amigos desde niños del padre de ella...
Pero Luís no le piensa fallar a su hermano una vez más:
--¡¡no se contrataré un detective, pondremos anuncios en los diarios...¡¡ ¡lo que sea¡
Aquiles mira a su hermano con orgullo:
--cuenta conmigo.
--Lo primero que tenemos que hacer es hablar con papá...
--Vido no nos dio permiso para eso... Las cosas no están bien con papa y con mamá. No sé si él quiere que lo sepan...
Luís está seguro que Vido ya contaba con eso.
-- Papá y mamá tienen que estar enterados aunque sea Sebastián el que se quede a su lado. Papá es el que mas nos puede ayudar a encontrar a Silvia...
Para que no hayan conflictos entre sus padres, acuerdan que mientras Luís habla con Martín, Aquiles lo hará con Elizabeth. Martín se alegra de ver a su hijo.
--precisamente ahora tengo una amiga que le encantaría coger contigo... --dice Martín con orgullo.
Pero a Luís eso es lo que menos le importa.
--papá, tenemos que hablar... es de Vido...
Martín se pone como loco.
--¡yo no conozco a ningún Vido... solo tuve dos hijos¡ ¡¡para mi ese maricon está muerto¡
Luís mira a su padre con pena está seguro que sus palabras se van a volver en su contra.
--Se está muriendo...
A Martín el rencor que sentía hacia su hijo le atraviesa el alma. Luís es muy cariñoso con su padre. No le puede reprochar lo que él mismo ha hecho. Martín se tumba en la butaca mientras que Luís le cuenta los detalles. A Martín lo único que le viene a la cabeza en ese momento es todas las veces que deseó que su hijo estuviera muerte y rompe a llorar. Luís no permite que su padre se venga abajo.
--¡¡yo sé lo que sientes porque yo también he odiado a Vido por lo que es pero ahora tenemos que estar a su lado... el deseo de Vido es morir junto a Sebastián y encontrar a su hijo...¡
Martín esta algo aturdido. Luís está desesperado por cumplir la última voluntad de su hermano:
--¿¿donde esta Silvia papá?
Martín se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no han dado señales de vida... es que incluso creo que iba a abortar¡
Luís se desespera:
--¡¡Vido se muere si se entera de esto¡
Entonces padre e hijo se hacen un juramento.
--¡¡Vido nunca lo sabrá... le dejaremos que tenga la esperanza que estamos buscando a su hijo¡
A Luís le dolería mucho que ese bebé que es la continuación de la vida de su hermano se pueda haber malogrado pero lo que mas le duele es pensar que Vido no podrá conocer a su hijo. No pierde a las esperanzas.
--¡¡buscaré a Silvia hasta por debajo de las piedras y que ella misma me diga que ha abortado¡ ¡¡hasta que eso pase yo no perderé las esperanzas de encontrar al hijo de mi hermano¡
Martín mira con orgullo a su hijo. Padre e hijo se funden en un emotivo abrazo.

Elizabeth sentada en el sofá con Miguel apoyándola. Debido a su embarazo Aquiles le dice las cosas con más calma. Elizabeth siente un desgarro en su alma. Le duele haberle dicho en un momento de coraje que no nació de su vientre cuando la verdad es que ella siempre lo ha sentido su hijo. Procura no desesperarse por ese bebé que lleva dentro de ella y que ya se hace notar. La niña que siempre ha soñado tener. Miguel no puede evitar que se le escape algunas lágrimas pensando en el dolor de su hermano. Aunque no entiende ni aprueba ese amor le da pena por su hermano. Y tanto Martín como Elizabeth acompañada de Miguel van a casa de los amantes para ver a Vido. La situación no es fácil pero Luís y Aquiles le hacen entender a sus padres lo mucho que está ayudando Sebastián a Vido. A Martín le cuesta tolerarlo pero lo hace. Elizabeth abraza a Sebastián :
--¡¡gracias por querer a mi hijo¡
La mujer es consciente que gracias al amor de Sebastián es que Vido aguanta su lucha. Miguel mira a su hermano con compasión y lo acaba abrazando. A Sebastián le alegra que estén juntos. Les deja claro cual es su única prioridad:
--a mi solo me interesa el Vido... cuando él no este mi vida habrá acabado... No pienso ponerme en medio...
El matrimonio sabe que eso es una renuncia de Sebastián hacia su hija y se lo agradecen:
--piensa que tendrás una sobrina...
Aunque nunca han estado unidos Miguel le ofrece a su hermano un hombro donde llorar. Mientras Martín y Elizabeth se encuentran a solas ante su hijo. Vido la mira a su madre:
--mamá.
Padre y madre tienen muchas cosas por las que pedir perdón a su hijo. Elizabeth y Vido hablan como lo que son, madre e hijo. El secreto de quien llevó a Vido en su vientre es algo que ninguno desee que llegue ni a Luís ni a Aquiles. A Vido le duele un poco que haya tenido que morirse para que su padre entendiera que es normal y que su madre acepte su amor pero no les dice nada para no hacerles sentir peor. Lo unico que le interesa que no olviden es que:
--quiero vivir con Sebastián , el tiempo que me quede quiero disfrutar del amor...
--se hará lo que tu digas --dice Elizabeth.
Martín hace que si con la cabeza.

Todos aceptan la decisión de Vido de que sea Sebastián quien esté a su lado algo que alivia al hombre. Los amantes viven su amor como pueden o mejor dicho como les deja esa enfermedad que está consumiendo a Vido. Elizabeth se mantiene algo más al margen porque siente que no tiene derecho y además no quiere angustiar a su bebé. Miguel apoya a su hermano y va con Elizabeth a ver a Vido. Son los hermanos de Vido sus mayores apoyos luego de su amado. Martín vive centrado en la búsqueda de Silvia junto a Luís pero no obtienen resultados y eso los desespera. Luís además sigue investigando por su cuenta una cura a la enfermedad de su hermano. Nunca aceptará que vaya a morir. Muy contento le habla a Aquiles de unas terapias que encontró en internet.
--¡son tratamiento alternativos como acupuntura, masaje y muchas hierbas, vitaminas y otros suplementos dietéticos.
Aquiles le hace tocar la realidad. Revisa la información que le ha traído:
--Algunos de estos tratamientos no causan daño en ciertas situaciones, mientras que se ha demostrado que otros pueden ser perjudiciales. En la mayoría de estos tratamientos no se ha probado ningún beneficio
Luís no se quiere dar por vencido:
--¡¡pero es que algo tenemos que hacer¡
Aquiles pone su mano en los hombros de su hermano:
--hay que darle fe a él pero nosotros tenemos que ser claros...
Los dos hermanos se abrazan llorando. Luís no piensa perder la esperanza de un milagro.

Semana a semana Vido se va debilitando... Después de cada quimioterapia es un renacer, una tregua y puede disfrutar de su amado Sebastián y de todos los suyos que se van turnando para visitarlo (Juan incluido)... Los resultados de la quimioterapia cada vez duran menos. Poco a poco su vida se está apagando como si de una vela se tratara... Cuando su cuerpo ya no le responde entra en el hospital con su Sebastián a su lado. Saben que ya es el final. Vido apenas tiene un hilo de vida. Y Sebastián a su lado se resiste a dejarlo ir:
--mi Vido... lo eres todo para mi...
--te voy a querer mas allá de la muerte --susurra él con las pocas fuerzas que le queda.
Y Sebastián se da cuenta que ya no les queda tiempo. Solo acierta a besar su mano y con los ojos de sangre decirle:
--donde estés espérame...
--lo haré....
Vido le sonríe:
--no me importa morir porque te he conocido y te he amado... puedo decir que he vivido y he sido muy feliz y eso te lo debo a ti...
Vido se va con una pena. Su hijo: no lo ha podido conocer. Si ha conocido a Graciela, la hija de Elizabeth y de Sebastián . Luís lucha por cumplir el deseo de su hermano hasta el final pero cuando Vido sabe que su vida se apaga le da un recado a su hermano:
--dile a mi hijo que lo quiero...

Vido muere en paz rodeado del amor de los suyos, con Sebastián tomándole de la mano tratándole de pasarle una parte de su vida. Algo se muere en Sebastián cuando su Vido se le marcha para siempre. Estará siempre en sus recuerdos, en su corazón... Luís enloquece del dolor. Él y Aquiles se funden en un emotivo abrazo. Los remordimientos y las culpas destruyen a Martín y a Elizabeth aunque está almenos cuenta con su hijita. Miguel quiere ser el apoyo de su hermano pero Sebastián siente que ha muerto con Vido. Luís, Aquiles, Martín pese a su tristeza son los que portan el ataúd junto a otros amigos como Juan. Elizabeth es apoyada por Miguel. Luís y Aquiles lloran en conjunto su pena. Están destrozados mientras que el cuerpo de Vido es devuelto a la tierra. Martín está solo. Juan también se ha quedado solo en su dolor olvidado de todos. Martín sabe cuanto quiso a su hijo y acaba siendo él quien le da el abrazo que necesita. Sebastián no ha querido formar parte de esa despedida, no se quiere despedir de Vido. A solas en su apartamento junto a sus cosas, a sus fotos lo llorará toda la vida pero no se despide de él. No quiere dejarlo ir. Vido vivirá a través de él.




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